27 de junio de 2012

Sr.

Cayendo lentamente en el abismo de la estupidez creada por aquella droga que no quería probar, droga sucia, maldita, inservible, para mi por lo menos...
Tu olor... si tu maldito olor que esta impregnado en mi ropa interior por culpa de tus cosas olvidadas, ¿Alguna vez se te ha olvidado también la cabeza por haber pensado mal?
La noche... Aquella noche en que del aire caía una pequeña bruma a causa del frió, y tus brazos no soltaban mi cintura para poder refugiarte en el calor de un simple abrazo, un abrazo tierno y sin sentidos...
Los árboles son testigos de aquella noche en lo alto de la montaña, en lo alto de la cima en la que solo tu me llevaste, y solo tu me podías traer de vuelta.
Tan fría que estaba esa noche, y tan fría que estaba yo... No, no quería pero aún así lo hice igual.
Al sentir el viento por mi rostro creo que no tome la precaución de que la caída seria fuerte, dolorosa y fea... pero aun así lo hice de todas formas...
Tu solo me abrazabas, y me ayudaste a darme el impulso para poder caer, cuando te tiraste a mi lado, solo me tomaste la mano, y caímos juntos hacia lo más profundo del suelo, hasta que en fracciones de segundos desapareciste, y me esperaste al otro lado del camino, con un traje negro, y tus ojos brillantes por aquella tragedia que yo cumplí.
Caí con la ropa que tenia tu olor, caí de espaldas ante el suelo, y solo vi tu rostro sonriente al momento de cerrar mis ojos, solo susurraste.. " Cuando los abras, estaré a tu lado cuidando tus pasos como siempre lo hice..." El problema fue, que cuando abrí mis ojos el ya no estaba, su rostro no era el mismo pero si su voz, ahora vi quien realmente eras.... y la angustia me tomo otra vez.

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